Os voy a contar la historia de mi niña. Llevaba mas o menos un año ya de voluntaria cuando entro esta perrita muy asustadiza y desconfiada, que a la mínima que querías tocarla, acariciarla o cogerla chillaba como una posesa. Tengo que confesar que hacia mis adentros pensé que esta perrita no la quería ni regalada.
Pero como no podía ser que no saliera nunca a pasear, pues se escondía debajo de la mesa, Mariana y yo decidimos que tenía que salir sí o sí, y así lo hicimos. Era todo un espectáculo intentar atarla con la correa pues a la mínima chillaba como si en ello le fuera la vida, incluso la gente se asustaba.
Poco a poco fue cogiendo confianza, incluso algún día la vi jugar con los demás perros, y en la calle conseguía relajarse, todo un logro. La semana antes de llevármela, cuando me iba se quedo junto a la reja para que yo la acariciara, supongo que no quería que me fuese (eso me robó el corazón).
Así que a la semana siguiente ya la tenia en mi casa, y es la mejor decisión que he hecho tanto para ella como para mi, es una amor de perra, sigue desconfiando de la gente y tiene sus “manías” pero la quiero tal y como es, y ahora pienso que, qué tonta fui de pensar eso.
Primerrr!!!!
ResponderEliminarque guapa la Susi !!!
ResponderEliminarT'entenc, al principi pensava:
ResponderEliminar"Coi, quina gossa la Zogoi, no la pots agafar, apretar, fer-li segons què..." i va ser treure-la a passejar un parell de cops i ara estic enamorat d'ella...
La missi va pel mateix camí, em costa treure-la, però després de que ahir poguéssim passejar tant bé... intentaré treure-la més sovint.
I t'acaben agradant més els gossos que tenen problemes. I quan has acabat d'estar amb aquests, a saltar a la piscina de gossos i a revolcar-te per terra i a fer-los-hi mimitos i a jugar amb ells !